Pincelada rosa, entre vistas

martes, 28 de diciembre de 2010

Beatriz Giovanna Ramírez en el Libro.Anuario Artelibre Arte y libertad V





VOLVER AL JARDÍN

Adán llegó a El jardín de las delicias; pero no se encontró con el amor de su juventud. Ella le aguardaba en otro cuadro.


LA INSPIRACIÓN

Al pintor, la inspiración le entró por la nariz y le salió por las manos convertida en un fragante bosque de pinos.

Beatriz Giovanna Ramírez 

Artelibre, libro.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Y SIN EMBARGO magazine #26 para tod@s:


Y SIN EMBARGO es un magazine independiente de arte, cultura, contracultura y sociedad, gratuito, realizado desde múltiples ciudades y sin publicidad de ningún tipo.
Es bilingüe (castellano e inglés) con gotas -o trazos- de francés, catalán, alemán y otros.




"Espero que disfruten de la revista y puedan conservar esta publicación  excepcional". 
Un cordial saludo y felices fiestas. 

Para descargar:


http://ysinembargo.com/uebi/descargas/yse26/

http://issuu.com/ysinembargo/docs/yse26

Si disfrutas con YSE, considera dejar una donación vía PayPal, cada vez resulta más difícil continuar con un proyecto de esta envergadura sin ningún tipo de apoyos.

martes, 21 de diciembre de 2010

sábado, 30 de octubre de 2010

El llanto del olivo

óleo Ramón Palmeral 

Frente a un árbol de olivo
llore tu ausencia, la tierra
seca absorbió mi llanto.

El triste olivo lloró
conmigo, llamó al olvido
y a un nuevo amor.


Beatriz Giovanna Ramírez

domingo, 17 de octubre de 2010

Lectura del poema "Juego" Recital "Versos comunicantes"


“Dadle tierra a los muertos y dadle muertos a la tierra, claman, con casi heroico gesto, los profetas. Porque la tierra no se cansa de saberse tierra ni de nutrirse con la madera de los muertos que vivieron de chuparle su savia saludable.” Camilo José Cela





Juego



Cuando pare la lluvia...
Jugaré con tu sombra, cubriré mis ventanas,
liberando mis sentidos olvidados.
La sombra oculta, silenciosa,
esclava de la forma, tomará luz propia,
hablará de los espectros que teme,
hablará del color y el sonido, de los pasos de la infancia.
Cuando cese la lluvia...
Tus manos recorrerán mis pies fríos.
Entonaremos juntos el "gloria inmarcesible",
dejando los recuerdos en una caja de cerillas de cartón.
Cuando pare la lluvia...
Me embriagaré en los rostros que te habitan.
Reencarnaré en tus aguas, beberé de ellas.
Naceré en tu cielo, moriré en tu suelo, resucitaré en tu aliento.
Calentaré mis manos en tus entrañas.
Cuando cese la lluvia...
ya ebria y resurrecta, jugaré con el lenguaje,
descifraré sus trampas.
El dolor nos persigue yo lo presiento,
tú lo sabes.
Dolor, me desintegro, me integro, me fundo, me confundo.
No ha cesado la tormenta, todavía llueve.
Me enseña los cadáveres del día,
reconoce sus muertos en mis ojos.
Asesinatos sin nombre en las cortinas de fuego.
Sangre sin sabor, llantos sin cuerpos.
No cesa la tormenta.
Te habito con las sombras al otro lado de mis sueños.
Paisajes de metal, monedas brillantes,
romerías de gente al caminar,
silencio,
silencio cómo oprimes mis gritos,
cómo me ahogas.
Persigo el fantasma de papel que me regala acertijos de tiempo.
Descubro los rostros del pasado en la claridad de la tinta.
¡No aguanto más!
Arranco, descubro mis ventanas.
Naufrago en los escombros,
piso las ruinas de tu suelo.
¡Cómo quisiera arrancarte tus miedos!
Revivir tus muertos,
devolverte el alma,
regalarte mis sueños.
Recordar el escondite del árbol de la vida,
hablar con la serpiente vendedora de manzanas a escondidas,
comprarle un suspiro eterno,
secarte las lágrimas,
robarte un solo beso.
¡Qué cese la lluvia!
¡Qué pare la tormenta!
Quiero que hagamos el amor para que deje de llover...


Beatriz Giovanna Ramírez

sábado, 25 de septiembre de 2010

Copos de algodón




Soledades que el beso guardan el rugido sordo (Miguel Hernández)


Estás tan lejos de mi,
como a cinco palmas de mi mano.
Hace frío, frío.
Los huesos tiritan y se van rompiendo.
El tejado de la casa de enfrente,
está lleno de nieve.
En mi cabeza, caen copos blancos,
abstractos, no de nieve.
Copos de algodón o recuerdos.
Recuerdos de la tierna infancia,
en la que cantaba una nana mi abuela,
para que no llorara,
y no lloraba.
Los copos caen en mis cabellos
y van recorriendo el rizo
hasta llegar a mi oído.
Oigo la voz de mi abuela y no lloro.
Hace frío, mucho frío,
pero no lloro,
sólo caen copos de algodón.


Beatriz Giovanna Ramírez

sábado, 28 de agosto de 2010

Las piedras del arrepentimiento


La mujer se llenó los bolsillos con piedras  para recordar las veces que se había arrepentido de cruzar el océano.
Beatriz Giovanna Ramírez

domingo, 1 de agosto de 2010

En la guerra y en el amor todo...


Viajaba por el corazón de la cordillera, cuando un grupo de hombres armados la secuestró. Amordazada y vendada viajó entre golpes e insultos; luego la mujer, ya sin vendas pero amarrada, junto a otros rehenes, fue conducida por el grupo de secuestradores por la selva. Después de una larga caminata, a la intemperie, uno de sus captores la violó mientras le susurraba en el oído que sólo lo hacia por amor.
Beatriz Giovanna Ramírez

viernes, 16 de julio de 2010

Primer aniversario de Pincelada Rosa



¡Gracias! Más de 15255 visitantes. 101 publicaciones. 912 amigos en facebook y 98 desde gmail. Seguimos creciendo.

jueves, 1 de julio de 2010

III Concurso Literario SMS


Desde El Plan de Fomento de la Lectura Leer es vital, de La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria, en el III Concurso Literario SMS, comunicaron que el microrrelato de Beatriz Giovanna Ramírez ha  sido preseleccionado de entre más de 400 microrrelatos participantes.

martes, 29 de junio de 2010

Desnuda inocencia



Desnuda inocencia de los cuerpos
que se aman en la presencia de indiscretas cabras enamoradas.
Brillan los soles y los campos de siembra,
hacen  la  fiesta en otoño, el trigo y los olivos
a sol y agua, presionando la tierra y liberando el aire.
Crece el olivo olvidando el triste paisaje
y se hunde la carne en la abertura
absorbiendo las aguas que libera el pastor
y los versos que hacen crecer el árbol.
Los besos son alivio, son la boca que siembra amores
y los sollozos de todas las cebollas llorando,
y los rumores del mar mediterráneo.
El hambre se mezcla con el vacío desvivir,
suenan las tripas del pueblo
y en el horizonte un cuerpo vaga...
vigilando sus cabras.

Beatriz Giovanna Ramírez

miércoles, 23 de junio de 2010

Entre filigranas y plumas

Hasta los besos que no me das
me llegan.
Tus besos vuelan y esquivan el tiempo,
van alimentando los cielos
y los pájaros que emigran al sur.
Aquí sentada
al otro lado de mi sueño,
cierro mis ojos
y llueven tus besos delicadamente,
suavemente entre los pétalos
y los tejados.
En esta prisión
amarilla de escayolas y quebrantos
van llegando tus cartas
que leo con fervor.
Tu mano sujeta a la mía
para liberarme
y entre filigranas y plumas
te escribo un poema de amor.
  
© Beatriz Giovanna Ramírez




viernes, 14 de mayo de 2010

Niño bonito

Al niño bonito le apetecía tener una muñeca y le regalaron una, con la que jugó horas y horas. Le rompió las piernas, las manos y luego la arrojó a la basura. Entre cortezas y peladuras, la muñeca llora con el corazón desgarrado de dolor.


Beatriz Giovanna Ramírez

domingo, 25 de abril de 2010

Desnuda inocencia



Desnuda inocencia de los cuerpos
que se aman en la presencia de indiscretas cabras enamoradas.
Brillan los soles y los campos de siembra,
hacen la fiesta en otoño, el trigo y los olivos
a sol y agua, presionando la tierra y liberando el aire.
Crece el olivo olvidando el triste paisaje
y se hunde la carne en la abertura
absorbiendo las aguas que libera el pastor
y los versos que hacen crecer el árbol.
Los besos son alivio, son la boca que siembra amores
y los sollozos de todas las cebollas llorando,
y los rumores del mar mediterráneo.
El hambre se mezcla con el vacío desvivir,
suenan las tripas del pueblo
y en el horizonte un cuerpo vaga...
vigilando sus cabras.

Beatriz Giovanna Ramírez

lunes, 8 de marzo de 2010

Mujer






Yo te miré en el espejo llorando
y decidí secarte las lágrimas.
Una a una.
Hasta que tus ojos, mis propios ojos,
se despidieron de la tristeza
e irradiaron la alegría que se despidió del llanto.
Mujer:
El amor nunca llegó a  tu casa en los brazos de un hombre.
El amor brotó de tu vientre dejando una herida por la que manó la vida.
Un hombre tiene trazada su propia ruta
e impaciente atraviesa lo imprevisto.
Mientras tanto, Mujer, tu brújula, latido a latido,
te conduce por la ruta inefable de tu corazón.
Mujer:
Tu sonrisa está llena de verdes caminos
en los que palpita la felicidad.
Eres libre, estás llena de luces y colores,
en tus manos has arrullado a tus hijos
y has soñado los sueños más hermosos,
has derramado de tus pechos la leche con sabor a verdadero amor.
Mujer:
Te alimentas de luminosas sonrisas en los columpios de la vida.
¡Sonríe!
¡Qué la sonrisa sea tu escudo!
El sube y baja, como una espada, en muchas ocasiones te ha herido,
pero las heridas sanan.
Mujer, vuelan las cicatrices a la memoria
para fortalecer nuestros recuerdos, haciéndonos más sabias.
Mujer:
No te derrumbes que a tu lado crece: la vida y la esperanza.


Beatriz Giovanna Ramírez



sábado, 6 de marzo de 2010

Renacer


Un día se despertó con ganas de ser otra. Se peinó de manera diferente, descubrió que tenía ropa bonita en el guardarropa, se maquilló, cogió el teléfono y llamó  a un número al azar. Alguien le contestó.
© Beatriz Giovanna Ramírez

sábado, 27 de febrero de 2010

Las ramas


Crecieron las ramas sin abrazarse, lejos de sentir; se fueron olvidando de que eran parte del mismo árbol.

© Beatriz Giovanna Ramírez 


viernes, 19 de febrero de 2010

Habitaciones 212 y 213.

Cuando terminó de acariciarla, el amigo, salió a la habitación contigua, volvió a ser el mismo de antes. Sus caricias ya no le pertenecían; habían transmigrado al corazón y la piel de ella.

Beatriz Giovanna Ramírez 

viernes, 12 de febrero de 2010

Un corazón para Pablo

El día que llegaste al colegio, repartieron lápices y cuadernos. Tenias el pelo mojado, ropa limpia y zapatos nuevos. La profesora te dijo que te sentaras delante de mi. Estuve tentada de acariciar tu cabello.  En la clase de artes, nuestros ojos y manos se encontraron mientras hacíamos juntos un columpio de papel. Tu sonrisa angelical resplandecía en el patio. Poco antes de dormirme, escuché decir a un poeta en la radio que la pasión es un viaje al corazón. Por eso busco en Internet un corazón viajero, para que lleve mi corazón junto al tuyo, Pablo, porque te quiero.

Beatriz Giovanna Ramírez


Este minirrelato fue finalista en el concurso organizado por tercer año consecutivo por la Cadena SER Madrid Sur (94.4 FM) para celebrar el Día de los Enamorados, una convocatoria en la que participaron un total de 163 trabajos procedentes de toda España en los que el único requisito era que tuvieran un máximo de 100 palabras y que incluyeran los términos “Pasión”, “Radio” e  “Internet”.  

miércoles, 3 de febrero de 2010

Mi almohada


Duermo conmigo y abrazo mi almohada. Me estoy recordando. Me estoy diciendo que ya no te amo. Te amé un día en junio cuando me llevaste  a bailar tango, cuando me regalabas libros y flores. Te amé cuando me besabas con pasión, cuando llegaste a mi vida vacía y la llenabas con palabras nuevas. Te amé con diccionario en brazo. Con asombro y dicha. Te amé cuando  me besabas y me besabas tanto que hasta sin tener tu boca cerca la sentía. Te amé desenfrenadamente cuando bajaste y me llenaste de orgasmos. Te amé cuando negabas tu vida y afirmabas la mía. Te amé porque te amaba tanto que hasta yo misma lo sentía. Ya no te amo, te quiero, te asumo, podría seguir viviendo cada noche a tu lado abrazando mi almohada como siempre. Respirando tu ausencia. Me estoy acordando ahora de mi sueño de escribir y escribir. Te veo en la otra orilla, lejos de mi. Me siento sola, muy sola, aunque sé que aunque te lo he gritado y te molesta ya ni siquiera quiero volver a decirlo. Abrazo más fuerte mi almohada y lloro. Lloro como lloran los que lloran, con lágrimas. Sigues dormido lejos y yo solitaria llorando de desamor.


Beatriz Giovanna Ramírez 

jueves, 28 de enero de 2010

Escape



Quiero refugiarme
en el bosque de tu pecho,
ocultarme de la soledad
que inhalo.
Quiero perderme
en tu sonrisa;
aunque muera
más tarde.

Beatriz Giovanna Ramírez

miércoles, 27 de enero de 2010

Una hoja

Una hoja
llena
de luces
y de estrellas
descubrí
mientras
leía.
Un bosque
blanco
lleno
de flores,
un brillo
impreso
de ternura.
Sonidos
silenciosos
que iluminan
y abren pasos
a un nuevo mundo.
Leo tu voz
y me refugio.
Escucho
mi voz
y te encuentro.
Anhelo
despertarme
en tu fino trazo
lleno de letras.
En el lugar
donde se escriben
las más dulces
cartas de amor
que llevan
nuestros

nombres.





© Beatríz Giovanna Ramírez

martes, 26 de enero de 2010

Un vals




Me pintaré las uñas de rojo
y bailaré contigo un vals de muerte.
Me pintaré una sonrisa de escarlata
y te besaré al son de la música.
Inquieto ser de vocales, no examines tanto mi mirada,
que traigo dibujada en ella mil palabras que te pesan,
cien reflejos de calmas y tempestades
del cielo tembloroso y pálido.

Me atrapan las palabras,
soy el cadáver de ésta telaraña de ilusiones.
Cenizas y restos, palabras y más palabras, miradas y sonidos.
El vals suena y no te apartas de mis niñas.
Benditas sean tus rosas viejas y marchitas,
porque soy el capullo que florece en tus palmas. 

En el recinto, una hoja de árbol media nuestro encuentro.
Danzarín impaciente, déjate llevar por mis pasos,
y te enseñaré el jardín de las delicias en otro cuadro.
Los olores me desunen
y no hay alianza que me desuna en este vals de muerte.

Signos de dudas te visten.
Deja que las sumas de mis lenguajes te den las respuestas.
Deja que mis poros se dilaten y te inhalen,
deja que mis pupilas te recorran y te descubran,
deja que sea mi piel en esta danza sombría quien dance con la tuya. 

Agua de vida, si hablar pudieras,
contarías lo que mis palabras no alcanzan,
descifrarías con tus llamas los que de amor se mueren. 

Danzarín impasible, libera tu angustia
y entrégate a mis tallos vaporosos sin recuerdos. 
Vida ruidosa, que nos dejas sin lengua. 
Deja que todo pase, que cuando pasa llega la calma.
Deja que la calma nos invada para que despierte en nosotros
el que duerme en silencio. 

© Beatríz Giovanna Ramírez



lunes, 25 de enero de 2010

Plenitud musical.


“Yo aprendía contigo lenguajes paralelos; el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y las manos de teoremas temblorosos, el de tu hablar diferente, tu lengua insular que tantas veces me confundía”. Tu más profunda piel, Julio Cortázar.

Máquina roja, avanza en el asfalto, que voy ávida al encuentro con el hidalgo del bosque ceniciento. Los latidos se aceleran con el guiño del tictac traidor. Mi esperanza crece, con el rostro conocido, cercano al nacimiento de una fuente alegórica y sus ojos circundantes me revelan los míos, en palabras condensadas en un sinnúmero de casillas minimalistas.
Mi oído seducido, renueva la envoltura de mi frente. Tu voz construye en mis membranas una matriz.
Las palabras vienen y van como descargas.
Las palomas espían y se burlan de la historia y se hacen en ella.
Recorremos el bosque y atrapamos en los bolsillos los intentos de vuelo.
Caminamos en el museo, en el estante, en el librero y lentamente somos atrapados en el baile del molino de la Galette, nos rodean bailarines sordos, oberturas y sinfonías inarmónicas; sonidos cambiantes que nos transforman en instrumentos y eres violín y saxofón y soy piano y guitarra; y componemos melodías de más de un decenio, en un cubo de madera.
En mi transformación de piano a guitarra,  me vestí de azul para danzar en tu pecho y te aferraste a mi talle, para dejarte llevar del sonido de mis cuerdas musicales.  Y fuiste alma y fuiste ojos y fui palabra y fui imagen. Y fui la boca que besaste y fui. Y así, te encontraste con mis brazos danzantes y juguetones. Y fuimos preámbulo de una danza inmortal.
Lentamente, se acercó un intruso con los dedos perfumados de tabaco, con tres instrucciones a seguir, la primera para subir una escalera, la segunda para tener miedo, la tercera para llorar.
Praxis,  fue nuestro nombre.
El pie y el pie, fueron atentos y empíricos, tanto que subieron cuatro y bajaron dos, obviando la advertencia de no levantarse el pie y el pie al mismo tiempo. Sin embargo, orgullosos de la impertinencia, crearon las instrucciones para bajar una escalera.
Se reunieron tres histriones, a hablar de espacios y fueron justos en la dilatación de sus quimeras, y nos separamos de sus tablas, llevándonos el nombre del arcángel, afanosos de remembrar  el olor de las guayabas. Las bocas se acercaron con terneza y la piel cubierta de miedo cumpliendo la instrucción, los danzantes amantes de Renoir, buscaron nuevamente el sonido, el polvo cósmico.
La música nos envuelve en su telar y los ojos que circulan el ambiente gris, me hacen niña y a ti te hacen hecho, mis ojos se liberan y caen palabras saladas del arco iris que te enamora y eres razón y prudencia y soy egoísmo y melancolía.   Y absorbes mi llanto y compruebas la instrucción y el ejemplo. Y me amas y me amas.
Pasaron veinte años y los amantes se miran largamente y los rodean cientos de hijos y la voz del hidalgo es universal y los ojos de su amada lo acompañan en la muchedumbre  expectante.


Beatriz Giovanna Ramírez