Pincelada rosa, entre vistas

viernes, 2 de octubre de 2009

El río

Turbulento. Alberto Borja artista colombiano

 a el río Bogotá

Narra mi lengua que en el bosque ceniciento, había un hermoso río residual que se extendía inválido por la avenida del escombro; sus desagües cilíndricos y desembocaduras de colores extraños, agradaban mis sentidos atrofiados.

El río de  este bosque  era realmente extraordinario; cuando los habitantes lo cruzaban le rendían honores y respetos, cubrían con sus manos el rostro y se abstenían de abrir sus bocas haciendo un minuto de silencio.

Cambiaba entonces la atmósfera desgajando caudales de inmundicia,  después de alejársele los oriundos, éste les donaba en gratitud sus emanaciones, dándoles el don de hablar mierda.   

© Beatriz Giovanna Ramírez