Pincelada rosa, entre vistas

viernes, 15 de enero de 2010

El salvador

La sombra del árbol dibuja sus alas,
su ancho pecho delicado cantor,
su fuerte pico lleno de sueños,
su pluma sencilla llenita de amor.

Se coló por la ventana el pajarito.
Voló..., voló..., voló..., por el salón,
suavemente se posó sobre el sillón,
un armónico canto inundó su corazón.

El viejo piano se alegró de escuchar al jilguero.
Los robles del jardín abrazaron sus nidos.
El sol estiró sus rayos para oírlo.
Cantó..., cantó..., cantó..., el salvador.


© Beatriz Giovanna Ramírez