Pincelada rosa, entre vistas

viernes, 14 de mayo de 2010

Niño bonito

Al niño bonito le apetecía tener una muñeca y le regalaron una, con la que jugó horas y horas. Le rompió las piernas, las manos y luego la arrojó a la basura. Entre cortezas y peladuras, la muñeca llora con el corazón desgarrado de dolor.


Beatriz Giovanna Ramírez