Pincelada rosa, entre vistas

jueves, 31 de diciembre de 2009

Oferta

Te doy
la miel de mis ojos
agua en mis labios
calor en mis senos
abrigo en mis brazos.
Te regalo
mi nido para que abrigues tu ave,
una palabra de fuego
y un te quiero
que no amarre.


© Beatriz Giovanna Ramírez

jueves, 24 de diciembre de 2009

Felices fiestas, queridos amigos

Felicidades en estas fiestas navideñas y muchos éxitos para el próximo año, son mis deseos para tod@s.

Con cariño, 

Beatriz Giovanna Ramírez

Mi árbol de luna



MI
                                                           ÁRBOL  
                                                        DE   LUNA

                                                     Me voy a mi casa
                                                 que arrincona un árbol
                                           cementado, arbolito que en su
                                         fotosíntesis  me trasmite un  cáncer
                                                        despiadado.
                                              Camino positiva en medio
                                          de las grietas del andén, señales,
                                     bolardos, cebras, semáforos, todo un
                                    bestial predicativo que  me transforma
                                                          en peatón.
                                       Música, maravilla de la vía, decibeles  
                          de progreso, camino de ilusiones, mañana no será
                                                         el mismo.
                                         Árbol sin ramas, árbol sin vida,
                                 Árbol que refugia serpientes alargadas de
                          aluminio y cobre exterminando con las aves de mi
                  cuadra, árbol que transcribe la hilaridad de la producción
             junto con sus demás especies, árbol que ahora es parte de la luna
           con sus tonos plateados y tenues, árbol que iluminas mi rutina de
                                                    peatón acelerado.
                                                    ¡Ah! Llego a mi
                                                    casa a prender mi
                                                    amado cíclope,
                                                    mi  acaparador
                                                    de tiempo, me
                                                    asomo a la
                                                    ventana de
                                                    barras de metal
                                                    y veo ese Árbol
                                                    de plata que
                                                    extiende mi
                                                   desvelo en esta
                                                   noche de  soles
                                                   de  vatios  y 
                                                   entretenimiento.


Beatriz Giovanna Ramírez

sábado, 19 de diciembre de 2009

Al amigo de Wagner


¿Acaso es la sonrisa
de Beatriz o de la Monalisa?
Volaron sus dedos como jilgueros,
las letras pedían ser palabras y los números
que habitan encasillados besaron a Eros
y embellecieron a Dreams of a Journey de Nyman placenteros.
Murmuran las níveas hojas como la amante más fina
esperan ser llenadas por su voz divina.
Sigue escribiendo, sigue pensando en el paraíso,
sigue sintiendo el amor del universo,
se desdobla y sale el hilo del verso.
Se le ve caminar descalzo con Wagner,
mirando constantemente su reloj de arena,
los violines de Nyman lloran, se despide Wagner,
se le escucha leer su poema desde la torre del castillo de arena.

Beatriz Giovanna Ramírez

viernes, 11 de diciembre de 2009

La estación



Te espero en la estación gris que ilumina el asfalto.
No sé de tiempos ni direcciones pero mi hora se hace corta. 
Te espero en las flores con mis temores.
El miedo se hace uno con mi espera,
la sospecha busca a la intriga,
el recelo busca un pretexto en su pasaje,
interrumpe plácidamente el sueño de la noche. 
Socavan mi lengua, 
invaden mi lenguaje con plagas devastadoras de signos económicos.
¿A quién esperas?
Espero a las vocales que liberarán mis palabras enjauladas.

Beatriz Giovanna Ramírez

martes, 8 de diciembre de 2009

visitas inesperadas, beatriz giovanna ramírez: yse #22


 las premisas de YSE #22 / to be discussed on YSE #22, the directions


Esto no se trata de copyright (o leyes), se trata de dinero.
Capitalismo vs. Tecnología.
O de cómo los avances tecnológicos están carcomiendo
los principios axiomáticos, necesarios, del capitalismo
Digamos sus Ideales. El análogo platónico, el Ideal Capitalista.
Sus suposiciones, lecturas o conceptos de fondo. Sus esencias.
Lo que aquí tiembla no es la jurisprudencia o el derecho,
lo que aquí tiembla es una estructura o una arquitectura de poder,
fundamentada en concepciones que están abriéndose como una piel reseca
o un barro calcinado al sol.
Se trata de la digitalidad dando con tierra y clausurando buena parte dellandscape materialista.
Se trata de lo inmaterial encontrando SU cuerpo, su perfecto dispositivo,
SU articulación o mecanismo. O al menos un cuerpo mucho más idóneo
que cualquiera que hubiera encontrado antes.
Hubo un tiempo en que la esencia era lo material, la última palabra,
aquello contra lo que difícilmente se podía oponer algo.
Eso cambió.
La cuestión está en el cambio de paradigma.
En el cimbronazo destructivo que sienten en sus cimientos
las jerarquías y absolutos que se conocían.
Lo interesante está en la posibilidad de un replanteo a bajo nivel
del sentido de valor, de los sistemas de valoración y sus escalas.
El objeto digital, infinitamente reproducible, multiplicable y alterable,  inmune a las condiciones productivas, a limitaciones de costo, espacio o tiempos de producción, más parecido (mucho más) a las ideas que a los objetos, como una máquina de movimiento continuo, como una fuente inagotable de energía, como un stock de existencias infinito, como un fantasma, instantáneamente distribuible, casi conceptual y abstracto, no formaba parte, no existía, y no está concebido en la estructura material-capitalista.
Y funciona como una espoleta o carga de dinamita que hubiera sido alojada en sus vigas, paredes o columnas. El objeto digital, como el espíritu o el alma (lo descarnado, depurado) de la cultura y el conocimiento.
Información en estado puro, en todas partes y a la vez: Mensaje, mensaje en un soporte que lejos de anclarlo lo dispara.
Sin medio, sin intermediario, sin comisarios ni interposiciones.
Eso es lo que permite la era digital, la tecnología.
Degrada a lo material y al capital a una mera manutención de organismos,
a funciones de alimentación, gestión/administración y transporte.
A un segundo o tercer orden o grado de jerarquía.
A una intrascendencia vulgar o despreciable.
A un lugar que extrañaba.
(TEXTO TOMADO DE: Y SIN EMBARGO MAGAZINE)
Colaboro con el relato: VISITAS INESPERADAS

domingo, 22 de noviembre de 2009

paqui, beatriz giovanna ramírez: yse #22



(Información y texto de Y sin embargo magazine)
Y SIN EMBARGO es un magazine independiente de arte, cultura, contracultura y sociedad, de descarga gratuita, realizado desde múltiples ciudades y sin publicidad de ningún tipo.
Buscamos y seleccionamos diversos players -artistas, investigadores, agentes de cultura y de medios- de diferentes disciplinas para desarrollar un trabajo inédito de acuerdo a un tema específico, en función de un conjunto de premisas y una metodología determinadas, que se define y aborda en cada edición. No publicamos portfolios.
No es ni quiere ser una revista de ninguna nacionalidad específica. No tendría sentido.
Es bilingüe (castellano e inglés) con gotas -o trazos- de francés, catalán, alemán y otros.
Su aparición es trimestral, coincidiendo exactamente con el cambio de estaciones.
El sitio web funciona a la vez como un portal de publicación de artículos, trabajos y noticias de actualización diaria.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Palidece la rosa



En la hondura de mis poros,
duermen los hilos de una nube
que dejó de ser aire por la furia de un rayo.
En la profundidad de mi materia,
deja el agua de ser piel,
queda la miel agotada de tanto escuchar los cantos de la luna,
no hay color gris y opaco en su reflejo,
sólo hay ritmos que aceleran el tiempo.
Metal, frío y oscuridad.
Palidece la rosa, palidece su imagen en el arroyo del bosque,
deja su calidez para ser témpano. 
Deja su sol para ser luna.
Vuela el pájaro uniforme con el ala más torpe,
deja la boca que ignora, deja su voz que aplasta. 
A la orilla de mi río, pronuncio tu nombre oculto.
Grito, pero nadie me responde.
Pálido pájaro de voz hueca.
Pálido, mueves mi piso sin lamentos.  


Beatriz Giovanna Ramírez





miércoles, 4 de noviembre de 2009

Camino ciego

Las Tres Gracias y una Fruta Volando, 2004. Marco Zamudio

Tantas veces habló del camino que seguía...
Hasta que un día lo tomó y se perdió.
Tantas veces soñé entre sus brazos...
 Esa noche llegó a mi vida
 y allí entre susurros y besos,
 me dijo que era su camino,
 su verdad y su vida. 
 Desde entonces me sigue
 y con él, estoy perdida. 


Beatriz Giovanna Ramírez


lunes, 2 de noviembre de 2009

En el Aleph

“… vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph; desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto el objeto conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo…” (El Aleph, Jorge Luis Borges.)
Contémplame en este sol resplandeciente y cálido. Su luz y destello, nos envolverá en el Aleph oculto, en el fondo de algún cuadro de Dalí. El minutero inerte, nos recordará que el tiempo nos pertenece y las nubes con formas de cometa, nos  convencerán de nuestra libertad.
En el lienzo, la pareja se mira largamente y se escucha la voz secreta de Beatriz.
 Bésame en esta pintura indeleble y fantasmal. Bésame con tus niñas que todo lo desean. Bésame con tus palabras que todo lo alcanzan. Bésame con la desesperación que te embarga, bésame con impaciencia y desgarro. Bésame con la fortuna del beso. Bésame, sin miedo, pues es quién me posee y te seduce.   
Déjame mirarte mientras todo pasa. Déjame mirarte con mis ojos sin fondo. Déjame mirarte con mis ojos que contienen todas las palabras. Déjame mirarte, sin pausas, mientras florece mi rostro enamorado en tus esferas cauterizadas de tanto amor.
Dame tu deseo en un abrazo que todo lo provoque. Dame en tu caricia, el arrepentimiento del desvelo, déjame sentir la inmensidad de tus brazos con la simpleza de entregarlo todo. Déjame sentir, cuánto me necesitas, con la urgencia de tu voz. En nosotros las aguas se liberan, mientras de sed morimos. En ti la esperanza se acerca, mientras en mí la esperanza es lejana.
Y el Aleph, los mira en silencio, concibiéndolo todo; y los fantasmas que asechan en el cuadro se alejan sin verlos. El cometa toma formas sin formas y sus bocas se llenan de rosas, vino y jazmín.
Salen colores del cuerpo animoso, salen de los prenses azules un potro encabritado que no ha de salir en la pintura.
Las amorfas nubes, los cubren de frío, los huesos tiemblan, la piel extraña.
La niña inmóvil del lienzo se transporta a otro cuadro en compañía del sol y la pintura se aleja y los reclama y la urgencia los acerca y los deja sin voz.


Beatriz Giovanna Ramírez

viernes, 30 de octubre de 2009

Para cuando no me veas

Alegoría de la soledad. Marco Zamudio

Para cuando no me veas,
recuerda mis palabras,
recuerda como te acechaban mis ojos,
recuerda cómo la música nos unió…
Ahogado en el mar amarillo.
Enredado en una onda inquieta.
Materia delicada,
te compones de ojos y oídos.
Para cuando no me veas,
recuerda, la música nos unió…
Voces y ritmos
nos acercan a la entrada húmeda.
Dulce puerta,
dulce puerta del encuentro.
Para cuando no me veas,
Recuerda cómo la música nos unió…
Sonidos que despiertan el deseo.
Te prendes a mi boca.
Te prendes en un beso.
Te prendes de mi pecho.
Para cuando no me veas,
recuerda cómo la música nos unió…
Fantasmas desfigurados con presente,
la música es propicia para el encuentro,
pero tú no estás presente.
Iconos enmascarados por soles, 
rasgos cansados,
estremecimientos de músculos
y palpitaciones.
Todo nos une,
el lenguaje nos acerca.
Luna creciente,
sol del mediodía.
Para cuando no me veas,
recuerda que te amé.


Beatriz Giovanna Ramírez

jueves, 22 de octubre de 2009

Ensueño

El sueño de una musa. Carmen Mantilla, pintora española


Yo que he soñado muerta, ahora sueño, entre jardines humedecidos por el rocío, tengo puesta una sonrisa de sol y unas manos de viento.
Bailo con los ojos que me miran con tanto amor, bailo con su sonrisa de ave en vuelo.
He dibujado las líneas de su cuerpo en cada parpadeo alucinante.
Hombre de la eterna elevación, de mirada de fuego, de palabras con eco. No dejes la tensión que me apunta.
Como en un juego travieso hay dos que no se pierden de vista.
La tarde es muy propicia para hacernos de amar, para trazar en los dedos las vías del sol eterno.
Muchos rostros nos vigilan pretenciosos y quizás ninguno con ojos de hombre.
Tus palabras me transportan por un viaje de letras que me acercan a la claridad confusa de escenarios construidos con otros besos y otros cuerpos, que me hacen olvidar los nombres que nos habitan y que nos nombran con otras letras más profundas.
Sin besarte te beso, sin acercarnos estamos fundidos.
El aire suaviza tu mirada de naufrago, sutiliza tus cabellos de guerrero.
Mil espadas llevas en el cinto, quizás ninguna envainaras en mi nombre.
La memoria nos traiciona latigando nuestros sueños. La presencia de un intruso, nos roba la posibilidad de besarnos largamente debajo de la luna.
Los pretextos no existen para esto que siento, no hay texto y pretexto y contexto que me defina.
Yo sin ti no quiero nada. Sin ti prefiero la muerte.


Beatriz Giovanna Ramírez

sábado, 10 de octubre de 2009

Paqui

Carmen Mansilla, Madrid me mata, óleo a espátula 

Estoy en Alicante esperándola sentado en la terraza de un pub frente a la plaza de Los Luceros. Esta mañana en Madrid, mientras iba en el avión, sólo pensaba en ella, en su imagen. La gente a mi alrededor se mueve inquieta, algunos paran y deciden sentarse en la terraza, tomarse un café y una tostada. He pedido un café. Y pienso << Cuánto tarda>>. Pasaban los días en Madrid entre el trabajo y el piso. No tengo amigos en Madrid. Así que entrar a Facebook fue un acto de abandono, el no tener a quien llamar en esta ciudad tan grande me hizo caer en estas modas. Me hice amigo de Paqui con sólo hacer clic en aceptar. Ella me llenó de besos, corazones coquetones, abrazos y sonrisas, así que en un largo paseo por sus fotos y su muro decidí que viajaría a Alicante a conocerla. La mujer del perro que ladra, me mira y sonríe. Se levanta y se acerca a mi mesa. Me pregunta si tengo fuego y le digo que no fumo, con un gesto largo regresa a su mesa y me ignora. Más tarde veo que de su bolsa saca un encendedor y algo que parecen galletas de perro. Esta ciudad tiene otro olor. Huele a puerto, a mar. Respira mi piel la brisa marina, se habla valenciano en la otra mesa, imagino la voz de Paqui. Nunca llegamos a hablar por teléfono. Nuestras citas en el chat cada vez eran más intensas, sabia que Paqui estaba enamorada y ya quería conocer a la mujer que en sus ratos me escribía “Te amo”. Han pasado lentos los minutos, una mano en mi hombro me dijo que era Paqui. Llegó sonriente con una disculpa, no había encontrado donde aparcar. Mis ojos no identificaron a Paqui pero ella me decía que era Paqui. Afuera Paqui era, y digo afuera porque antes era la foto que llevo impresa en mi libreta, imagen mental con efectos oníricos. Entonces, afuera Paqui era ojos marrones, axilas húmedas que manchaban la camisa, nalgas fofas, dientes verdes o amarillos no identifique el color, ese montón de huesos y carne era Paqui. Una gallinita gorda con la cara flaca. Comprendí porque en las fotos no había una sonrisa plena, escondía esa hilera de dientes feos y sólo su rostro era el que daba la cara. No había tiempo de arrepentimientos, algo interesante tendría Paqui…
Paqui pidió una caña y encendió un cigarrillo. Sonreía mientras apartaba mi mochila de la silla y se sentaba más cerca.
Así que eres holandés, hablas muy bien castellano.
Sí, mi madre es colombiana.
¿Colombiana?
Sí, de Colombia.
¿En Colombia hablan castellano?
Si.
Pero tu acento es francés.
Nuestra conversación no fue más profunda. El perro de la mujer no para de ladrar, escucho que la mujer lo llama Golfo y le habla en inglés, sé que es de Manchester bueno estoy casi seguro, viví algunos meses allí. Para de ladrar Golfo y se agradece, ahora mueve el rabo y enseña su mejor mirada, manipulación irresistible de la ternura canina, la boca de la mujer va bajando, se va acercando, la boca besa el hocico del perro y yo siento algo. Sonríe, lo acaricia, le sigue hablando y le da una galleta. Se siente observada y me mira, nuestros ojos se encuentran. Paqui enciende otro cigarrillo y la mujer la imita. Yo centro mi mirada en Paqui.
Afuera de Paqui esa criatura de pelo que adorna su rostro, esos rizos como serpientes danzan al ritmo musical de la brisa mediterránea, sus manos domadoras las acarician pero el viento es más fuerte, esa piel gitana o árabe, esos dos melones que tiene por pechos, esa boca pintarrajeada me rugió tan fuerte que sentí miedo. Paqui medusa virtual… En la soledad puedo verme bajo la piel, en presencia de Paqui anhelaba que se convirtiera en un virtualismo. Me excitaba más la posibilidad de imaginarla. Pudo ver que mis ojos estaban en su escote y me preguntó sobre mis preferencias sexuales. La mujer del perro paga la cuenta. Paqui sigue riendo y hablando divertida, la veo andar calle abajo con el caniche. Sentado, incapaz de desdoblar mensajes me amargó el falso recuerdo. Pedí la cuenta, miré a Paqui rascándose un seno, pagué y salimos andando calle abajo, la mujer del perro no dejo ni el rastro ni caca de perro. Paqui me dice que le gusta el helado. Al ver un locutorio con Internet, la hago entrar y pago dos horas. Paqui extrañada se sienta en el ordenador del lado, entramos a Facebook, al chat:
12:41 Paqui
¡Jooo! ¿Qué pasa tío?
12:42 Jörgen
Nada, sólo quiero sentir el AMOR
12:42 Paqui
ja ja :-) Anda, ¡qué susto tío! pensé que no te había gustado
12:43 Paqui
Tú me encantas
A ver.. ¿qué te gusto de mi?
12:45 Jörgen
Mmm muchas cosas entre ellas los besos, corazones coquetones, abrazos y sonrisas que me das
12:46 Paqui
Ya, pero me refiero ahora que me has conocido
12:47 Jörgen
Mmm muchas cosas
12:48 Paqui
Ja ja ja  pero dime… ¿qué te gusto?
12:49 Paqui
Mmm
12.50 Jörgen
Me gusta más verte desde aquí, desde el chat
12:50 Paqui
?
¿qué dices?
12:51 Jörgen
si
desde aquí no te siento el aliento
12:52 Paqui
¿serás gilipollas?
12:53 Jörgen
Estoy de broma ja ja TE AMO :-) 
12:54 Paqui
¡Qué fuerte tío! No me ha gustado
12:55 Jörgen
Venga, te invito a tomar un helado ¿vamos?
12:56 Paqui
Vale
12:57 Jörgen
Te quiero
12:58 Paqui
Te amo, venga voy a salir
12:59 Jörgen
ok! Nos vemos :-)
# # #
I’m in Alicante waiting for her, sitting in a pub terrace opposite Los Luceros square. This morning in Madrid, while I was on the plane, I only thought of her, of her image. People around me move restlessly, some of them stop and decide to sit down at the terrace, have a coffee and some toast. I’ve ordered a coffee. And I think “wow, she’s late”. Days went by in Madrid between work and apartment. I don’t have friends in madrid. So joining Facebook was an act of abandonment, not having who to call in this big city made me fall into these trends. I became Paqui’s friend only by clicking “Accept”. She filled me with kisses, charming hearts, hugs and smiles, so in a long stroll around her pictures and her wall I decided I would travel to Alicante to meet her. The woman with the barking dog looks at me and smiles. She stands up and approaches my table. She asks me if I’ve got a fire and I tell her I don’t smoke, with a long face she goes back to her table and ignores me. Later I see her taking a lighter from her bag and something that looks like dog’s cookies. This city smells differently. It smells of harbour, of sea. My skin breathes the sea breeze, they speak Valencian on the table next to mine, I imagine Paqui’s voice. We never got to talk on the phone. Our chatroom dates became more and more intense, I knew Paqui was inlove and I already wanted to meet the woman that at times wrote “I love you”. Minutes have gone by slowly, a hand on my shoulder said it was Paqui. She arrived smiling with an excuse, she couldn’t find a parking spot. My eyes didn’t identify Paqui but she said she was. Outside, Paqui was, and I say outside because before she was the printed picture I carry inside my notebook, mental image with oniric effects. Then, outside, Paqui was brown eyes, wet armpits staining the shirt, flabby buttocks, green or yellow teeth, I couldn’t identify the colour, that bunch of bones and flesh was Paqui. A fat little hen with a thin face.
I understood why there was no full smile in her pictures, she hid that row of ugly teeth and left it to the face to face it up. There was no time for regrets, surely Paqui would have something interesting…
Paqui ordered a beer and lit a cigarette. She smiled while she took my bag off the chair and sat down closer.
So you’re Dutch, you speak Spanish quite well.
Yes, my mother’s Colombian.
Colombian?
Yes, from Colombia.
Do they speak Spanish in Colombia?
Yes.
But your accent sounds French.
Our conversation didn’t go deeper than that. The woman’s dog doesn’t stop barking, I hear the woman call it Golfo and speak to it in English, I know she is from Manchester, well, I’m almost sure, I lived there for some months. Golfo stops barking, and I’m thankful for that, now it wags its tail and shows its best look, irresistible manipulation of canine tenderness, the woman’s mouth is lowered, approaches, kisses the dog’s snout and I feel something. She smiles, strokes it, keeps on talking and gives it a cookie. She feels observed and looks at me, our eyes meet. Paqui lights up another cigarette and the woman imitates her. I focus my eyes on Paqui.
Outside Paqui that creature of hair decorating her face, those curls like snakes dance to the musical rhythm of Mediterranean breeze, her taming hands stroke them but the wind is stronger, that gypsy or Arab skin, those two melons she has for breasts, that daubed mouth roared so loud at me that I feared. Paqui virtual medusa… On my own I can see myself under the skin, in Paqui’s presence I yearned for her to become a virtuality. I was more excited by the possibility of imagining her. She could see my eyes pointed to her cleavage and she asked me about my sexual preferences. The woman with the dog pays the bill. Paqui keeps on amusedly laughing and talking, I see her walking down the street with her poodle. Sitting, unable to split messages, the false memory embittered me. I asked for the bill, looked at Paqui scratching her breast, paid and we walked down the street, the woman with the dog left no trace, not even dog’s poop. Paqui says she likes ice cream. When I see a cybercafé, I rush her in and pay for two hours. Paqui, surprised, sits at the computer next to mine, we connect to Facebook, to the chat:
12:41 Paqui
Hey! What’s up man?
12:42 Jörgen
Nothing, I just want to feel LOVE
12:42 Paqui
Haha  wow, you scared me, man! I thought you hadn’t liked me
12:43 Paqui
I adore you
Tell me, what did you like about me?
12:45 Jörgen
Mmm many things, the kisses, charming hearts, hugs and smiles you give me
12:46 Paqui
Ok, but I mean now you’ve met me
12:47 Jörgen
Mmm many things
12:48 Paqui
Hahaha  but tell me… what did you like?
12:49 Paqui
Mmm
12.50 Jörgen
I like it better to see you from here, from the chat
12:50 Paqui
?
What do you mean?
12:51 Jörgen
Yeah
From here I can’t feel your breath
12:52 Paqui
You’re suck a jerk!
12:53 Jörgen
I’m kidding haha I LOVE YOU 
12:54 Paqui
WTF man! I didn’t like that
12:55 Jörgen
Come on, I invite you to an ice cream
12:56 Paqui
Ok
12:57 Jörgen
I love you
12:58 Paqui
I love you, come on, I quit
12:59 Jörgen
ok! See you :-)
( traducción por Alicia Pallas )