Pincelada rosa, entre vistas

lunes, 19 de marzo de 2012

LUZ LEJANA

Padre, a la cuna
no llegó tu mano.
Yo fui creciendo
con el viento y su runrún.
Tengo las manos tensas,
cerradas, ausentes.
En el aire floté
muchas veces cada día,
salté por las nubes
buscando una caricia.
Padre mío, la tierra
besó mis plantas
y las llenó con raíces.
Mis ojos se comieron
los besos de un brazo fuerte.
Padre, la flor nacida
crece ante la luz lejana.

Beatriz Giovanna Ramírez