“Yo no sé qué he perdido, amarga sombra,en esta orilla incierta del Leteo,pero duele el vacío que me deja.”
Antonio Arroyo Silva
Las lágrimas no brotan;
la tristeza aún más triste que de costumbre,
habla de mi padre.
Mi cuerpo tullido avanza por la maquinita, sin llegar a
ninguna parte.
Yo no toqué las agujas,
ni sus labios de muerto.
No supe de horas ni palabras.
Tengo los dolores repartidos en mis hermanos sin rostro,
en las palabras que nunca llegaron y que busqué leyendo,
en las pesadillas de abandono que me rompieron la espalda.
A mí me lloran las manos en este instante sin aire.
Vuelvo a ser parida por mi madre triste,
amamantada por la incertidumbre y el vacío de un ángel.
Llora la dulce niña en un rincón de la Memoria.
©Beatriz Giovanna Ramírez
Impotencia extrema en "Mi cuerpo tullido avanza por la maquinita, sin llegar a ninguna parte." y tanto dolor sepia. Ya sepia.
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