Me pintaré las uñas de rojo
y bailaré contigo un vals de muerte.
Me pintaré una sonrisa de escarlata
y te besaré al son de la música.
Inquieto ser de vocales, no examines tanto mi mirada,
que traigo dibujada en ella mil palabras que te pesan,
cien reflejos de calmas y tempestades
del cielo tembloroso y pálido.
Me atrapan las palabras,
soy el cadáver de ésta telaraña de ilusiones.
Cenizas y restos, palabras y más palabras, miradas y sonidos.
El vals suena y no te apartas de mis niñas.
Benditas sean tus rosas viejas y marchitas,
porque soy el capullo que florece en tus palmas.
En el recinto, una hoja de árbol media nuestro encuentro.
Danzarín impaciente, déjate llevar por mis pasos,
y te enseñaré el jardín de las delicias en otro cuadro.
Los olores me desunen
y no hay alianza que me desuna en este vals de muerte.
Signos de dudas te visten.
Deja que las sumas de mis lenguajes te den las respuestas.
Deja que mis poros se dilaten y te inhalen,
deja que mis pupilas te recorran y te descubran,
deja que sea mi piel en esta danza sombría quien dance con la tuya.
Agua de vida, si hablar pudieras,
contarías lo que mis palabras no alcanzan,
descifrarías con tus llamas los que de amor se mueren.
Danzarín impasible, libera tu angustia
y entrégate a mis tallos vaporosos sin recuerdos.
Vida ruidosa, que nos dejas sin lengua.
Deja que todo pase, que cuando pasa llega la calma.
Deja que la calma nos invada para que despierte en nosotros
el que duerme en silencio.
© Beatríz Giovanna Ramírez
dice mucho el poema; me atrae la idea del peso, la angustia y los recuerdos, tan propios de nuestra sociedad. cada uno lleva su carga, dejarla a un lado por alquien, pues suena utópico y por lo mismo posible. un abrazo.
ResponderEliminarMuy vacano. En mi criterio, abstracto y algo surrealista.
ResponderEliminarRicardo León Peña-Villa7:05 am
ResponderEliminarUffffffff...
Elpidio Juanjo Sandoval7:05 am
ResponderEliminarPrecioso Beatriz.
Celsa Barja Rodriguez12:13 pm
ResponderEliminarA veces como se aletarga el amor, que está ahí sin estar, hasta que un algo en nosotros rompe su silencio, aunque sólo sea con la voz de la esperanza. Un beso, Beatriz, me ha encantado.
Jorge Alvarez Morcillo5:04 pm
ResponderEliminarno examinare tu mirada bailare contigo.
Dionisio Alvarez Aun afirmando "soy el cadáver de ésta telaraña de ilusiones", tu risa florece en estertores y vítores de un Vals de fiesta.
ResponderEliminarGraciela Oses Cómo no va a examinar tu mirada?. La apropia, la consume y la muta. Giovanna danzarina, en silencio escribe la propia piel.
ResponderEliminarLía González García Cada uno de nosotros cuando desaparece, es el resultado de todos los cuadros que pintó mientras estuvo consciente. Y en esto de pintar, en el escenario de la vida, entran los pinceles que bailan con mil colores las ilusiones que forjamos en nuestra mente. Y que por ser ilusiones, llaman sin parar a la vida y a la muerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jose Angel Chaviano Febles Espiritual recuadro de vida contingente, desbordando ansiedades mas alla del destino ingente. Precioso y emotivo clamor de danzas y de disfrute sensorial. Excelente obra y magnifica prosa. Un abrazo....
ResponderEliminarFlavio Crescenzi De un lirismo inusitado, excelso, de esos que invitan a cometer un crimen en nombre de las letras. Sin dudas, el vals ha llegado y es un boca enorme que nos canta.
ResponderEliminarFermin Molina Vargas Beatriz...
ResponderEliminarBella prosa literaria mostrando a una Beatriz sensitiva, sensual, deslumbrate, hambrienta de silencios y calmas amorosas... Casi te puedo decir que es perfecta esta bella nota
Bruno Jordán Gracias, Beatriz.
ResponderEliminarAna María Diaz Velo Excelente Beatriz, me has dejado sin alento. Cada oración un mundo en este vals de muerte. Gracias
ResponderEliminarPaloma Blázquez Crespo Bea... has escrito la danza del fuego, que quema... que todo lo quema... abrasa.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por esta pasión.
Vivi Cecilia Atencio Arrojas Ciertamente es un vals de fuego, donde los roles se intercambian inusualmente, donde la bailarina quiere llevar, además de ser llevada, donde el amor y su danza entrañan la pequeña muerte que nos roba hasta las lenguas.
ResponderEliminarWow por tu vals Bea!
Diego Aristizabal Fernandez Excelente Beatriz. Gracias por esta belleza
ResponderEliminarJulio Garcia Ese vals como que da miedo bailarlo. Hummmmmm
ResponderEliminarJesús Alejandro Godoy Excelente, excelente! Un exquisito baile de palabras!
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