La sombra del árbol dibuja sus alas,
su ancho pecho delicado cantor,
su fuerte pico lleno de sueños,
su pluma sencilla llenita de amor.
Se coló por la ventana el pajarito.
Voló..., voló..., voló..., por el salón,
suavemente se posó sobre el sillón,
un armónico canto inundó su corazón.
El viejo piano se alegró de escuchar al jilguero.
Los robles del jardín abrazaron sus nidos.
El sol estiró sus rayos para oírlo.
Cantó..., cantó..., cantó..., el salvador.
© Beatriz Giovanna Ramírez
Rafael Garcia Fontalba Dices mucho a quien quiera oír, es encantador.
ResponderEliminarGracias de nuevo Beatriz.
En tan pocas palabras,y la cantidad de emociones que trasmites. Lindo.
ResponderEliminarElen.
Raul Meneses Astudillo pues ese pajarillo era yo. enemorado de vos, cantando canticos de amor, revoloteaba cantando hasta quedar sin voz,ese pajarillosalto del sillo y en el arbol de la esperanza se poso, cantando cantando envejecio enamorado de vos.
ResponderEliminarMario Martin Los sensibleros románticos agradecemos esto.
ResponderEliminarFermin Molina Vargas
ResponderEliminarBeatriz...
Me has hecho recordar al Salvador del mundo; Él entra por la ventana de tu vida, revolotea en ella y se posa en el sillón de la reflexión para que escuches su mensaje sublime. Su mensaje es escuchado fácilmente por el árbol, por el sol, por las flores del jardín y, sin embargo, nosotros no entendemos ese mensaje... El Salvador del mundo ha entrado a tu casa, nunca olvides su mensaje de amor.
Jorge Alvarez Morcillo el Salvador con su canto lleno de vida entra si le abrimos la ventana, delicioso, precioso, lindo.
ResponderEliminarRafael Garcia Fontalba
ResponderEliminarOtros necesitan dañarlo, otros ni conocen, que pobre es el falto de sensibilidad.
Ricardo Iriarte Amilibia El mejor compañero del piano en ese momento.
ResponderEliminarPincelada Rosa El mejor cantador.
ResponderEliminar;-)
Ricardo Iriarte Amilibia Un pájaro y un piano, demasiado para mi.
Pincelada Rosa Para ti, el canto del jilguero y la sonata alegre de un piano. :-)
Flavio Crescenzi Hay ruiseñores clavándose espinas como clavos de cruces en el pecho, no obstante cantan. La rosa y la cruz agradecidas.
ResponderEliminarAlejandro J. Roman Muy bello
ResponderEliminarVivi Cecilia Atencio Arrojas Y a lo mejor es eso: que sólo el canto puede salvarnos.
ResponderEliminarO a lo mejor el canto es el deseo del piano de escuchar esa música, de los robles de abrazar otras vidas, del sol de tocar una nota.
O a lo mejor es que sólo un deseo puede salvarnos...
(Gracias Beatriz por aguijonear nuestras mentes con tu canto :)
Antonio Alvarez Gil De acuerdo con Jorge. Precioso.
ResponderEliminarSaludos
Delfy Evita Molina HERMOSO
ResponderEliminarME PARECE ESCUCHARLO MIENTRAS ADMIRO SU VUELO
Ana Pastor Con este poema podrías hacer un lindo cuento pintado con colores pastel. Parece una acuarela viva!!Gracias Bea.
ResponderEliminarQue lienzo tan bonito Pincelada Rosa.
ResponderEliminarEs encantador!!! dices tantas cosas........
Precioso.
un beso
Precioso, lleno de vida y color.
ResponderEliminarUn beso,
Eusebio.